Estamos ante una obra maestra de Shigeru Miyamoto sin lugar a dudas, esta maravilla transmite sensaciones de felicidad y sentimientos profundos mientras viajamos por los planetas. Miyamoto ha conseguido lo que otros no han podido con este juego tan peculiar.
Volaremos de planeta en planeta obserbando los ambientes que nos introducen en un mundo de pura imaginación, fantasía y maravillosidad, lleno de colores, animales, objetos, vistas impresionantes, transformaciones etc. El mundo de Miyamoto es ilimitado y cada planeta es un mundo diferente, como si se tratase de una nueva especie de flor nunca vista.
La historia principal transcurre el día de una lluvia de estrellas que solo ocurre cada 100 años, los Toads recogieron las estrellas para llevarlas al castillo, allí se convirtieron en una gran Superestrella. Mario salta contemplando esas estrellas brillantes y la princesa Peach le comunica mediante carta que tiene una sorpresa. Lleno de alegría aparece la nave de Bowser de la nada y como no te lo imaginas rapta a la Princesa, además de su intención de crear una nueva galaxia. A continuación Mario es atacado por una bruja y sale desprendido, cuando despierta, desconoce el lugar. Una princesa le espera y no es Peach, es Estela y una estrellita llamada Destello.
El objetivo de Mario es salvar la galaxia y rescatar a Peach, durante la aventura visitaremos cientos de planetas de todas las clases para conseguir estrellas y recuperar las Superestrellas de los jefes.
Se puede decir que prácticamente es el único juego plataformas que merece ser nombrado “plataformas” en esta generacion, un género prácticamente hundido y estancado por no hacer nuevas apuestas.
La adaptación del mando es infumable, con un solo movimiento de muñeca podemos realizar un doble salto, ataque, ataque de fuego o de hielo, nadar, patinar y muchas cosas más, como recoger estrellas con el puntero y lanzarlas. Además de sus transformaciones de Mario fuego, Mario hielo, Mario fantasma, Mario abeja…
Es importante cada detalle del juego, si con lo anterior ya es más que suficiente, hay algo que considero aun mas importante que ningún otro juego lo ha conseguido (al menos de esta forma tan sencilla). Cuando jugamos a un juego, estamos atentos a los enemigos, por donde pisamos, los objetos del alrededor que nos benefician etc. Mario Galaxy pretende olvidar esa obsesión, jugar un rato de forma tranquila pero a un tiempo lento, despacio que cada detalle por muy insignificante que sea te obliga a observarlo, es una tendencia. Es difícil matar a los enemigos y observar el agua y su reflejo, es difícil volar al otro planeta y observar como se hace poco a poco mas pequeño e identificar su representación real, es difícil mientras jugamos parar simplemente para observar las plantas, los animales, los árboles, las estrellas y la cantidad de objetos que se mueven.
La gravedad es una función exitosa en los planetas ovalados, si tiene esta forma podemos lanzarnos saltando al infinito y volver al planeta como poder ir fácilmente a la zona inferior y jugar con la gravedad de muchas formas.
Nintendo no se ha quedado con los brazos cruzados a nivel grafico, esta vez ha cumplido y de forma excelente, no como en el caso de Mario Kart entre otros. De momento es el juego que aprovecha la grafica de la consola de forma exponencial y utilizando sus recursos decentemente junto a Super Smash Bros Brawl. Los gestos faciales de Mario son muy divertidos, un ejemplo en concreto: cuando Mario se queda atrapado en las arenas y no puede salir, su expresividad facial demuestra el intento de fuerza al quedar atrapado. Esto quiere decir que en Nintendo Wii se pueden hacer grandes juegos y compaginarlos perfectamente con detalles técnicos. Mario Galaxy obtiene un 10 a nivel grafico en cualquier apartado.
Sumemos todo lo anterior con una banda sonora insuperable, que se adapta en cualquier momento a la situación. La banda sonora + los movimientos de la mano + los preciosos ambientes consigue el resultado perfecto. Toda la BSO es completamente perfecta, por lo que la suma garantiza felicidad en nuestros rostros, se consigue meterse en primera persona en el papel de Mario y disfrutar del juego como si lo hubiésemos jugado en nuestra infancia, por lo que un niño de 6 años puede ser igual de feliz jugándolo que tu mismo (si sabes apreciarlo…).
Tener una Nintendo Wii sin Super Mario Galaxy es como haber desperdiciado parte de tu vida, una oportunidad de oro desaprovechada. Es una garantía de juego, una obra maestra creada por el celebre Miyamoto que se ha superado como mejor nunca ha echo. Desde las creaciones de sus personajes principales no se había recibido algo tan maravilloso y diferente, el mismo creó el mando de Wii y el mismo lo ha adaptado como la forma que quiso jugar desde que ingenio el mando. Por lastima me parece imposible que Miyamoto vuelva a sorprender de esta forma y muy difícil obtener un nuevo Mario que lo supere, pero si una equivalencia.
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